No ganes peso en Navidad… compensa!

En Navidad no se libra ni Papá Noel

Parece que en Navidad el mundo se acaba y la gente se tiene que felicitar con un plato de comida de por medio. Empresa, amigos, Nochebuena, Navidad, picoteos, merendolas, cavas, Nochevieja, copas, sobras, roscón de reyes… el 7 de enero nuestro sistema digestivo clama un trasplante, nuestro hígado ni está ni se le espera y nuestras células de grasa están de buen (feliz) año (nuevo 2012!).

Aunque seamos dietistas, también somos personas, y no os vamos a aconsejar que os conforméis con una ramita de apio mientras los demás están hincándole el diente al cordero. Tampoco os vamos a sugerir una dieta de morirse de hambre (e impepinablemente hiperproteica) para que os amarguéis las primeras semanas del nuevo año. Lo que proponemos es la Ley de la Compensación: unos trucos antes, durante y después de las fiestas para intentar que no tengáis que abrocharos el cinturón en una agujero más:

  • Aumenta el ejercicio físico. En previsión de las calorías de más que se ingieren en estas semanas, conviene hacer un esfuerzo por gastar más de las habituales. Lo ideal es, si ya se practica deporte, aumentar las sesiones a la semana (ir un par de veces más a la semana al gimnasio, correr un rato más de lo habitual, coger la bici el fin de semana, ir a patinar sobre hielo… Esto es especialmente importante el día después de una comilona, ya que también ayudará a que desaparezca la sensación de empacho. Es sencillo: si comes más, tienes que gastar más.
  • Intercala agua entre las bebidas alcohólicas. Los síntomas de la resaca se producen en parte por la deshidratación que provoca el alcohol. Si entre copa y copa te tomas un vaso de agua (con gas, con limón…para hacerla más atractiva), al día siguiente serás más persona, además de haber ingerido la mitad de calorías (alcohol = 7 kcal/gramo) que si hubieras encadenado el vino, el cava, los chupitos y los cubatas.
  • Sírvete el aperitivo en tu plato. El picoteo previo a la comida es el más peligroso, porque se llega con hambre (o ganas de comer), todo apetece y uno no tiene control sobre lo que come. Lo mejor es hacer una visión panorámica de lo que hay, seleccionar lo que más te gusta o lo que más te conviene y servirte una sola vez en un plato.
  • Comparte el postre. Seguro que en la comida o cena está la típica persona que come poco, que se llena en seguida o que tiene más fuerza de voluntad que tú. Ofrécele partiros la tarta, el roscón de reyes, el trozo de turrón o el coulán: ambos probaréis el dulce sumando la mitad de calorías. Eso sí… ¡no vale repetir!
  • Come crudo. Los días que no tengas ningún evento aprovecha para comer frutas, verduras y hortalizas en abundancia. Su fibra ayudará a que tus «tuberías» se desataquen, te sentirás saciado con menos comida y parte del colesterol de los alimentos no se absorberá. ¡Ojo! No estamos hablando de que hagas la dieta de un rumiante, sino que tus primeros sean ensaladas y tus postres, medias mañanas y meriendas sean fruta.
Pero al margen de todo ésto… disfruta de la compañía!

¡¡¡ FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2012 !!!

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Modelos ultra delgadas

Karlie Kloss, le faltan un par de bocadillos

Parece que hay una cruzada para borrar de nuestras mentes la imagen de los cuerpos femeninos reales (nótese el plural, ya que es imposible que exista un único paradigma de cuerpo de mujer: las hay altas, bajas, de caderas, rectas, con pecho, sin cintura…). En las últimas semanas hemos tenido varios casos en los que se observa la intención del mundo de la moda por implantar un modelo de belleza que es, como poco, insano e irreal.

Por una parte, se anuncia «el nuevo cuerpo»: la modelo Karlie Kloss, de 19 años y con unas medidas de 81-58-87, con 1’80 metros de altura. No conocemos su peso, pero a juzgar por el reportaje fotográfico realizado para Victoria’s Secret y publicado en la edición italiana de la revista Vogue, a la chica le faltan un par de bocadillos. Tal es el impacto de su delgadez que las críticas recibidas hicieron que estas fotos se retiraran. Resulta curioso que esa misma revista publicara hace algún tiempo un especial dedicado a modelos de talla XL, queriendo defender así la belleza real. ¿En qué quedamos? Con estas estrategias lo único que se consigue es polarizar  el mundo de la estética: o tienes una talla grande que debes mostrar con salero y desparpajo, o se te marcan todos los huesos. ¿Y dónde se posicionan la mayoría de las mujeres del mundo, que están entre en el enorme abanico que hay entre estos dos excesos?

Esta semana hemos visto como una chica sueca de 15 años ganaba el Elite Model Look de este año. Nos ahorraremos comentarios sobre su imagen, juzguen ustedes mismos.

¿Qué deben comer estas chicas? En las entrevistas suele haber dos tipos de respuestas: las que dicen que comen lo que quieren, que no necesitan dieta, que les encantan las pizzas y el chocolate, y que todo se lo tienen que agradecer a la genética; y las que dicen comer muy sano (verduras, proteínas y lácteos desnatados …. y los hidratos de carbono?????), beben mucha agua y hacen deporte. Coman bien o mal, lo que está claro es que su imagen no es de buena salud.

Y ya la última ha sido la polémica de la marca de ropa H&M: los cuerpos de las modelos de su catálogo de ropa interior han sido hechos por ordenador. En su favor diremos que por lo menos no son cuerpos famélicos, pero no dejan de caer en su propia trampa: los cuerpos que quieren publicitar no existen, y es más fácil crearlos con ordenador que retocar durante horas el cuerpo de modelos reales.

No entraremos en temas de anorexia ni de posibles consecuencias de este tipo de imágenes. Simplemente queremos hacer una reflexión crítica sobre la idea que nos están intentando meter en la cabeza.

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Alimentos afrodisíacos y sexo

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¿Existen los alimentos afrodisíacos o son un simple placebo? Por el contrario, ¿hay formas de comer que nos hacen menos competentes en la cama? Pues hay un poco de todo.

Sí que es cierto que la forma de alimentarnos influye en nuestro metabolismo hormonal, y por tanto, se podría deducir que la forma de comer determina nuestros niveles de hormonas sexuales y en nuestra libido. Tenemos que distinguir aquí una parte fisiológica y otra psicológica. El chocolate, las ostras, el champán… son alimentos que desde siempre están asociados a lujo, abundancia y ocasiones especiales, por lo que consumidos en el entorno de una cita, podrían predisponer y sugestionar psicológicamente, y producir un aumento del deseo sexual.

Respecto a la parte fisiológica, sí que es cierto que el chocolate, al derretirse en la lengua provoca la liberación de neurotransmisores del placer, las endorfinas. Por otra parte, ciertos nutrientes como las vitaminas A y E podrían reforzar la función sexual, ya que forman parte de estas hormonas. Lo mismo ocurre con el cinc. Un estudio ha observado que en algunos casos mejora la potencia, la libido y la frecuencia de realización del acto sexual.

Como veis, no está del todo claro la relación positiva entre alimentación y mejora de la vida sexual, pero lo que sí está estudiado es lo contrario: alimentos que inhiben la función sexual. Por ejemplo, el consumo de fitoestrógenos (hormonas vegetales presentes en la soja muy parecidas a las hormonas sexuales femeninas, los estrógenos) en gran cantidad por parte de los hombres podría interferir en sus niveles de testosterona, disminuyendo su rendimiento sexual.

El otro gran enemigo de una sexualidad satisfactoria tanto en hombres como en mujeres es el alcohol. Aunque en un principio pueda parecer que tiene un efecto desinhibidor social y que facilita el acercamiento, en realidad es una sustancia depresora del sistema nervioso central, y en gran cantidad puede causar alteraciones  en la erección y pérdida de sensibilidad.

Y por último, no hay nada más antierótico que una digestión pesada, ya que al obligar a concentrar la sangre en el estómago e intestino, ésta no está disponible para estimular las zonas erógenas. Y no digamos el típico sopor que provocan las comilonas… acaba con cualquier intención de sexo! 😉