Es tiempo de… ¡setas!

Sí, puede que nos dé pereza llevar siempre un paraguas encima por si acaso, pero las lluvias y la bajada de temperaturas traen consigo algo más que resfriados: las deliciosas setas de otoño.

Un poquito de biología

Al contrario de lo que cabría esperar, los hongos no son vegetales, sino que constituyen en sí mismos su propio reino (a caballo entre los reinos animal y vegetal). Esta diferenciación taxonómica se basa en su sistema de alimentación, ya que:

  • las plantas se alimentan mediante la función clorofílica que realizan ellas mismas;
  • los animales lo hacen por ingestión y digestión interna; y
  • los hongos, en cambio, logran los nutrientes que necesitan mediante un sistema único de digestión externa y absorción.

Es decir, los hongos se alimentan vertiendo enzimas digestivas sobre el sustrato en el que se desarrollan (la tierra, la madera, el estiércol, el carbón, las plantas y los animales, terrestres o acuáticos) y absorbiendo luego los nutrientes resultantes de esa digestión. (más…)

En otoño, aliméntate para fortalecer tu sistema inmune

Con la entrada del otoño llegan  también las bajadas de temperatura. El tiempo se vuelve más inestable e impredecible con días más cálidos y soleados y días más fríos, con algunas lluvias. Probablemente algunos de nosotros ya habremos cogido un resfriado antes de que el verdadero frío se haya instalado. Además de un cambio de armario y lavarnos las manos más a menudo, hay otras cosas que podremos hacer para reducir la posibilidad de caer enfermos en las próximas semanas y esto es, con alimentos que fortalezcan nuestro sistema inmune. Entonces, igual que incorporamos una chaqueta en nuestro día a día, no podemos olvidarnos de incorporar esos alimentos que nos ayudaran a mantenernos sanos y lejos de la cama.

La dieta equilibrada… ¡que no falte!

Nunca está de menos reiterar la importancia de seguir una dieta equilibrada basada en la famosa dieta mediterránea. Si bien la pirámide de la dieta equilibrada se va actualizando regularmente a medida que la ciencia evidencia beneficios y perjuicios, hay unas recomendaciones que se mantienen.  Por ejemplo, el número de calorías a ingerir. Dietas diarias demasiado pobres o demasiado ricas en calorías pueden deprimir nuestro sistema inmunológico. Otro ejemplo, el consumo total de grasas, hidratos de carbono y proteínas; no deberíamos ingerir más del 30% del total de la ingesta energética diaria en grasas, e intentar consumir grasas insaturadas y poliinsaturadas. (más…)