Cada verano nos previenen (antes de las vacaciones) y nos advierten (después de ellas) de los estragos que este periodo de descanso pueden causar en nuestro peso.
La pregunta es: ¿podemos cuantificar de forma aproximada cuánto factura nos pasarán (o ya nos están pasado) las licencias que nos permitimos en vacaciones? Así podremos saber la magnitud del esfuerzo con la dieta que deberemos hacer en la vuelta para recuperar nuestra anterior figura.
Por ello, nos proponemos hacer un ejercicio imaginativo y calcular el impacto de los extras estivales sobre la dieta habitual de una persona adulta sana. Para poder valorar el incremento que supone respecto a la dieta habitual de una persona, no vamos a contabilizar las calorías de las 3 principales comidas, supondremos que se realiza una elección saludable en cuanto a alimentos y cantidades que no se aleja del que seconsume durante el resto del año.
Pondremos los típicos ejemplos:
- Aperitivo: una caña (200 ml) acompañada de unas patatas fritas (50g) como aperitivo. Total: 334 kcal.
- Postre: un trozo de pastel de chocolate: 439 kcal más.
- Merienda: un helado de 2 bolas (140g): 261 kcal.
- Copa después de cenar: whisky con cola (250 ml): 247 kcal más.
¿Qué hace nuestro cuerpo con esto? A menos que nuestras vacaciones las aprovechamos para hacer deporte de cierta intensidad (pasear no se puede considerar un deporte, el gasto energético medio es de 145 kcal/hora), nuestro cuerpo almacenará estas calorías a razón de 1 kg de grasa por cada 7.000 kcal ingeridas adicionales.
Con esta información podemos predecir de manera simbólica los kilos que engordaráuna persona realiza este tipo de excesos alimenticios durante 3 de las 4 semanas de vacaciones que son habituales en nuestro país: 4,5 kg (32.088 kcal adicionales).
Así que tardaríamos entre 1 mes y 2 meses en adelgazar los 4,5 kg que hemos ganado durante las vacaciones, no sin hacer un gran esfuerzo a nivel de dieta y ejercicio.
En nuestra consulta dietética nos encontramos pacientes que les cuesta asumir que el cuerpo sólo acepta pérdidas de peso a un ritmo moderado. Ellos querrían adelgazar en menos tiempo del que han tardado en engordar … ¡y eso es ilógico desde el punto de vista del funcionamiento de cuerpo humano!
Desgraciadamente, la mayoría de personas ya no llegan a tiempo de refrenar los caprichos estivales … ahora sólo les queda ponerse en buenas manos, aplicarse y tener paciencia.