Ahora que ha salido a la luz la biografía póstuma de Steve Jobs, podemos conocer uno de los rasgos más característicos de una persona: su forma de comer.
Todo empezó a finales de los 70, cuando el creador de Apple leyó el best seller de aquella época: Dieta para un pequeño planeta, de Frances Moore Lappé. Tras su lectura, Steve Jobs orientó su alimentación hacia el vegetarianismo moderno, con el objetivo de cambiar uno mismo y al mundo cambiando la forma de comer. De este libro le inspira también el interés por realizar ayunos más o menos prolongados.
Como dato curioso, sabemos que durante una época, Jobs comió tal cantidad de zanahoria y de manera exclusiva que la piel se le teñía de naranja, por efecto de los betacarotenos. Y no contento con llevar él este tipo de alimentación desequilibrada, intentaba convencer a la gente de su alrededor para que adoptaran sus hábitos y se «purificaran».