El magnesio es un micronutriente clave. Habrá quien os discuta si merece la medalla de oro de los minerales más críticos para un óptimo funcionamiento del organismo, pero nadie pondrá en duda su reputada posición en el podio. Y es que el magnesio participa en una miríada de procesos fisiológicos de un modo u otro. Podría decirse que actúa a modo de lubricante de los engranajes bioquímicos que nos mantienen jóvenes, funcionales y felices. No alberguéis duda alguna de que un nivel inadecuado de este mineral repercutirá en vuestra salud más pronto que tarde. Si vais a ser deficitarios en algo, ¡no querréis que sea en magnesio!
El perfecto multi-tarea
Por si os pica la curiosidad, he aquí algunos de los engranajes en los que nuestro bienamado mineral tiene un papel primordial:
- El magnesio interviene en la síntesis de neurotransmisores y en la transferencia del impulso nervioso de una neurona a otra. Nuestro equilibrio espiritual, mental y físico depende en gran medida del delicado balance de nuestros neurotransmisores, que a su vez requerirá que tengamos disponibles los ingredientes necesarios para sintetizarlos. Una deficiencia de magnesio puede traducirse en ansiedad, desasosiego, malestar, irritabilidad y taquicardias sin un motivo aparente. De ahí que a menudo los déficits de magnesio se confundan con (y diagnostiquen erróneamente como) hipocondrías.