Un poquito de historia
Recién estrenado el siglo pasado, el bioquímico estadounidense Casimir Funk quiso comprobar su sospecha de que la falta de nutrientes en el organismo era la causa directa de algunas enfermedades.
Para probar su hipótesis, estudió los hábitos alimentarios de varios grupos de marineros y sus patologías. Así fue como en 1911 identificó una sustancia, presente en la cascarilla del arroz integral, que protegía a los tripulantes de cierto barco japonés del beriberi (una enfermedad común en los navíos asiáticos que se alimentaban a base de arroz blanco). Esta sustancia protectora se denominaría años después tiamina o vitamina B1. Fue el propio Funk quien propuso bautizar a estos “factores accesorios de la alimentación», como se llamaban hasta entonces, con el nombre de vitaminas, cuya etimología es vita (por vida) y amina (por «sustancia que contiene amoníaco»). (más…)